Nunca más

IMG_8082-2maroposa

Nunca más 

Encuentro tus ojos entre la multitud, me siguen.

Tu presencia asfixia mis pensamientos.

Apretándome el pecho, intento conseguir aire,

aterrada del efecto que ejerces sobre mí.

Te acercas, me miras y me destruyes.

Respiro incontrolablemente,

Mis manos sudan,

Y veo…

Imágenes de previos encuentros.

Llueve ansiedad sobre mí,

se reafirma la lucha interna entre el deseo y mi consciencia,

que no manda ahora, aquí.

Cólera revienta en mi cabeza,

por una realidad que no tiene lógica.

¿Porqué respondo, porque siento?

Dolerá, perderé y mientras tanto… te acercas.

Se me sale el corazón, no lo aguanto…

Pronto estas tan cerca,

respiro tu aliento,

Siento tus labios.

Tu perfume se adhiere en mi piel,

Poniendo en peligro mi cordura.

Me miras nuevamente y siento perderme.

Miserable alma parezco,

Dependiente de tus besos.

Me dejo seducir, morí.

Atrévete a besarme, o lo hare yo, pronto, ahora.

¿Te beso entonces o me besaste tú?

Me desespero, me elevo.

Tocas mi cabello y me besas el cuello,

respiro bruscamente, ya no me sostengo.

Me tiemblan las piernas, caigo en tus brazos.

Me arrastras al muro oscuro,

me desnudas con tu boca,

emergen sollozos placenteros,

nos dominamos, nos amamos.

Se dilatan mis pupilas con cada mordida,

me interpongo entre tu supremacía,

tirándote al suelo tras un baile seductor,

recupero mi confianza.

Te pierdes en mis ojos,

te beso a medias,

tu cuerpo hierve.

Me siento entre tus piernas, para disfrutar mi venganza.

Jugamos a sentir placer,

actuamos a amar olvidando que amamos de verdad.

Me adviertes que me rinda,

solo por pánico a obsesionarte,

a desearme demasiado,

a añorar tenerme entre tus brazos,

a no poder olvidar mi cuerpo.

Me rindo,

no puedo,

me hundí, me confundí,

caí en el limbo,

no respondo, no regreso.

No me dices nada.

Perdimos ambos,

resurgió el fulgor,

no se apagó, no murió.

La noche restante

conté gestos de amor.

Cuerpos desnudos bailaron,

la danza de novatos amantes,

y ya más nunca se despidieron.

©C. Feliciano-Avilés, 2014

3 comentarios sobre “Nunca más

Deja un comentario