Pensé mucho tu regalo y me dije a mi misma;
“yo le regalaría la felicidad de cada día”
pero luego pensé que la felicidad emerge de él y solo él la puede controlar.
Luego me dije;
“yo le regalaría una caja de paz para cada minuto que angustia intente dominar”,
pero luego pensé que la paz es una aceptación independiente en la medida que se acerque más a Dios y menos a las exigencias de la vida cotidiana.
Dije después,
“le regalaría un sol de bolsillo para que alumbre sus días oscuros”
pero luego pensé que los días más oscuros te llevan a apreciar los días de mucha claridad.
Tras unos minutos reflexivos entendí que la vida aquí en la tierra se vive de poco a poco, de minuto a minuto, en un constante presente. Crecer, vives, lloras, ries y sigues creciendo, te inclinas por un ideal y sueñas.
Así que para este tiempo de vida, sí te regalaré una herramienta poderosa… mis palabras. Ellas serán murmullos en tus oídos, gritos cuando quieras renunciar, tus piernas cuando caigas, tu fuerza cuando quebrante, un suspiro y sobre todo la representación del amor que te tengo. Te regalo imágenes de tu vida para que nunca olvides quien eres y de donde vienes, y el apoyo de toda una familia que ama, te sigue y te cuida.
– Camila Cristal Feliciano Avilés
P.S. en dedicación a Omar, mi hermano y la luz de mis ojos.