Mueren palabras que nunca te dije, para cerrar la puerta.
Quemo recuerdos para romperte en mi regazo
Reviento mis emociones para que se despegen las ganas.
Apago mis llantos que me llevan a pensarte…
Y matar lo que nunca muere, antes de que me mate a mí.
©C. Feliciano-Avilés, 2017
muy bueno gracias por compartir
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Reblogueó esto en Pensamiento maduro.y comentado:
Con tu permiso …
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gracias!!!!! nos seguiremos leyendo
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