Y mientrás más nos adentramos en aguas profundas, comprendemos que la vida adulta es más seria de lo que una vez imaginámos, que subir la pirámide trae consigo consecuencias, que mientrás más te des a conocer, más debes protegerte y cuidar una imagen que aparentemente, tenemos que vender. Es un precio que pagamos para ser parte de la luz, para dar toda la que nos falta por dentro. Pagamos el precio porque amamos sanar.
©C. Feliciano-Avilés, 2018