Y después de tantas tormentas
un día despiertas en silencio
miras el cielo y sonríes genuinamente,
porque sabes que estás disfrutando
el aire de la mañana.
La energía revitalizante del sol
es absorbida por tus poros
y sin mucho esfuerzo te incorporas en un puro presente
para conocer tu nueva y más reciente versión.
Celebras un breve reencuentro
con tus nuevos sueños y esperanzas.
Te llenas de ánimo,
pues ya no sientes miedo
de decirle adiós.
©C. Feliciano-Avilés, 2018