Mi hermano me ha dicho que sabes que sientes amor cuando sientes paz, y nunca había pensado en eso. La misma paz que te permite ser quien eres sin paradigmas o fronteras. El compañero que respeta tus sueños y los camina contigo. Se refiere a la armonía de dos almas que no necesariamente comparten el mismo lente, pero si el mismo amor que sienten.
Reflexiono y concluyo que nos enseñan a amar catastróficamente, sin medidas o consecuencias. Al final, muchos se quedan amando solos, otros confundieron curiosidad con besos y abrazos de promesas en vano.
A lo largo de los años he podido comprender que el «amor» que exigen las masas es plástico o de porcelana lleno de adornos, chocolates y muchas rosas con espinas. Se han querido crear reglas que encajonen el amor dentro de una carcel tediosa.
Mi experiencia me me ha enseñado que el amor más genuino (ese del cual habla mi hermano), se encuentra en la pobreza, en los que no tienen nada y dan todo. En las personas que donan tiempo de vida para calmar angustias, en personas que viven graciosamente sin malicia y en personas que lloran cuando sienten dolor y hablan con el corazón.
El dolor acerca a las personas, el sufrimiento sensibiliza las murallas ilógicas. Y a fin de cuentas, buscamos y buscamos por todo lo alto, lo que siempre está con nosotros.
©C. Feliciano-Avilés, 2016
No sé si ya te lo había dicho. Te he nominado para los Versatile Blogger Award 😀
https://tumorabsurdo.wordpress.com/2016/01/15/estamos-nominados/
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WOW! !Que brutal! Muchísimas gracias, es un honor.
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De nada! Está bien merecido 🙂
Besos!
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