
La belleza está en todas partes

Te escucho exasperado ¿Qué sucede?
Ven, descuartiza las barreras que te impiden llegar a mis brazos.
Deja que la lluvia ahuyente los miedo que te atan a lagunas de incertidumbre.
Ven y acércate al efímero recuerdo del día en el que nos conocimos.
A que sientes lo mismo,
me lo dice el lustro de tus ojos.
Inclínate un poco más,
divaga por mi cuerpo,
reconoce tus huellas,
regresa.
Ven y apaga la luz.
Cierra los ojos,
Deja que tus ojos te guíen
por fuegos artificiales
Ven y dame un beso…
de esos que trazan quimeras en el espacio
Y encarcelan palabras enjuiciadas.
Ven,
no te vayas.
©C. Feliciano-Avilés, 2020
De esos recueros que nunca olvidas y de los que nunca recuerdas….
Me gusta la madrugada
la intimidad de su oscuridad,
los cantos de la vida nocturna,
el frío que trae consigo las brisas costeras.
El mundo se ve más grande… más profundo.
Y mientras todos duermen, yo sueño despierta.
C. Feliciano- Aviles, 2020
Tocas la puerta. Me detengo frente a ella. No quiero abrirte, pero mis manos se adhieren a la cerradura. Me ahogo de euforía y miedo. Me paraliza la nostalgia y la punzada. Dejo que pase el tiempo….
Doy media vuelta para retroceder y en vez abrí la puerta.
C. Feliciano-Aviles, 2020
Eres el retrato por el cual contemplo mi existencia a cada momento.
Tu simplicidad apacigua los ciclones de letras que forman mis pensamientos más oscuros.
Encuentro redención en tus labios fríos de invierno y calor en tus abrazos de verano.
Me invitas a apreciar la desnudes de campos durante el alba, así como el melodrama de las noches estrelladas.
Sin ti no me encuentro, contigo me pierdo en los angostos trayectos de mí.
Y vivo.
Vivo otra vez.
©C. Feliciano-Avilés, 2020
Extraño tus historias de guerra y la forma en la que saboreas cada minuto de tu existencia.
Extraño verte bailar debajo de un cielo estrellados que refleja tus anhelos más deseados.
Extraño que me ames como los hacías cuando te detenías a admirar las cosas que más te gustaban de mi.
Extraño que me extrañes.
Extraño que me pienses.
Extraño que me busques.
¿Cuándo dejaré de extrañarte?
©C. Feliciano-Avilés, 2020